Sopa de acedera, una receta casera

La sopa de acedera es parte de la tradición alimenticia europea. En muchas zonas y poblados montañosos y boscosos en donde aparecen estos vegetales, esta es una receta milenaria. Países como Francia, Alemania e Inglaterra tienen sus propias variantes de este plato, los cuales se preparan a partir de sus cultivos tradicionales. En algunas regiones de España también se da este vegetal, siendo denominada popularmente como “lengua de vaca”.

En Europa también se le utilizó como planta medicinal desde principios de la Edad Antigua. Incluso en libros asociados a la época renacentista se pueden ver ensayos en donde se mencionan las distintas especies de acedera. Por su parecido y sabor, se suele comparar mucho a esta especie con las conocidas espinacas. Esta planta puede utilizarse en ensaladas, como acompañamiento de carnes y también en esta sopa sencilla. Sus hojas más jóvenes tienen un sabor ligero, mientras que las más maduras pueden ofrecer cierto picor.

Esta sopa de acedera tiene buen valor nutricional y también ciertos usos curativos. Esto se debe a su alto contenido de bioxalato de potasa. Gracias a esta sustancia, el consumo de acederas tiene efectos diuréticos y permite reducir el impacto del sodio en el organismo. Añadido a esto, se sabe que esta planta es rica en vitamina C y algunos antioxidantes. Sustancias como la quercitrina se encuentran en este producto alimenticio y son excelentes como antiinflamatorios y digestivos. También se reconoce su labor en la salud del colon y es útil para bajar de peso. A continuación, verás qué sencillo es preparar este alimento líquido tradicional… ¡Sigue leyendo!

Ingredientes:

Cómo preparar sopa de acedera:

1. Lavar, pelar y rallar las patatas.
2. Colocar el caldo de verduras con la ralladura de patatas y la acedera en una olla grande.
3. Cocinar el caldo, las patatas y la acedera a fuego moderado hasta que llegue a punto de ebullición.
4. Bajar la llama a fuego lento mientras se cocinan las patatas y las acederas.
5. Apagar el fuego y pasar la sopa por el procesador para reducir los elementos sólidos.
6. Añadir la sopa nuevamente a la olla y someterla a fuego bajo.
7. Incorporar el yogur sin sabor y el azúcar. Salpimentar al gusto.

El formato más tradicional de esta sopa implica sustituir el yogur por la crema agria. De hecho, es bajo este formato que se prepara en países como Rusia.